Reforzando una vez más la importancia que
tiene el Medio Ambiente para todos los seres vivos como única forma de vida y
sustento de las condiciones básicas y fundamentales que generan los elementos
necesarios para la misma, es que se crean los diferentes convenios en materia
ambiental y a nivel Mundial, donde
inicialmente y teóricamente tienen el
estímulo y motivación de preservar, mejorar, cuidar y conservar mejor nuestro
medio ambiente, pero en la práctica vemos como países que llevan la batuta, el
liderazgo en materia de imposición de reglas y nomas en el ámbito ambiental no
cumplen con las normas estipuladas en consenso a través de la firma de
convenios y tratados internacionales que regulan las actividades del hombre que
afectan el Medio Ambiente en un momento determinado.
El presente trabajo, tiene por finalidad el
de realizar un análisis crítico sobre los diferentes convenios y tratados
internacionales, los cuales haya suscrito Venezuela, como parte de su política
exterior e internacional en pro de la conservación y preservación del medio
ambiente para un mundo más sano y perdurable.
Dentro de la política internacional, Venezuela ha sido un agente divulgador de las causas
ambientalistas y ha participado activamente en importantes reuniones de
negociación en temas como recursos hídricos, cambio climático, diversidad
biológica y seguridad química, ratificando una serie de tratados y acuerdos
internacionales en materia ambiental. En las distintas conferencias y reuniones
internacionales nuestro país ha impulsado la promoción del principio de
reconocimiento del agua como un derecho humano fundamental, considerando que
este recurso constituye un bien social y no económico. En materia de cambio
climático, la nación bolivariana ha confirmando su compromiso con el planeta,
ratificando el Protocolo de Kyoto en el 2004. En el ámbito de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), apoyando el desarrollo
de iniciativas de cooperación en materia ambiental con Bolivia, Cuba y
Nicaragua entre otros.
En este orden de ideas, el Convenio de
Rotterdam, suscrito el 10SEP98, con la
finalidad de controlar la distribución a través de las exportaciones e
importaciones a ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos, promoviendo
de esta forma la responsabilidad compartida entre los países que adquieren este
tipo de comercio a través de sus operaciones comerciales de índole
internacional, esto con la finalidad de proteger el medio ambiente y por ende
el de la salud de los seres humanos y seres vivos. Cabe destacar que este convenio crea
obligaciones jurídicas vinculantes a nivel internacional. Este convenio involucra a 40 productos
químicos, de los cuales 29 plaguicidas y 11 productos químicos industriales de
alto grado de contaminación.
De igual forma, mediante la regulación de las
normas establecidas a través de este convenio, se obliga a los países que
integran el mismo, al intercambio de información sobre los diferentes productos
que se pretenden negociar a través de las operaciones comerciales
(importaciones y/o exportaciones) y de las decisiones reglamentarias de
prohibición, empleo y uso de los mismos, debido a razones higiénicas o ambientales
que pudieran afectar en un determinado momento.
En este particular, Venezuela ha sido punta de lanza a través de sus varias
manifestaciones públicas referentes al cuidado, preservación, conservación del
Medio Ambiente a través del cumplimiento estricto de los tratados y convenios
internacionales en materia ambiental, llamando la atención y reflexión a nivel
mundial, debido a que llama la preocupación que países hegemónicos como los
EE.UU a pesar de liderizar programas y
Organismos no Gubernamentales, no acatan
a través de su estricto cumplimiento de los referidos tratados y
convenios, esto debido a los intereses que tienen para no cumplirlos; pudiendo mencionar un ejemplo
entre varios, como es el caso de ser el país del Mundo con el más alto consumo
energético, no teniendo el interés probado de buscar una fuente de energía
alterna menos contaminante o simplemente tomar medidas de control en su
población en general a fin de reducir los agentes contaminantes, teniendo mucha
atención los diversos cementerios y depósitos de químicos radiactivos producto
de la energía nuclear con fines bélicos.
Otro Convenio el cual Venezuela se encuentra
suscrito, es el de Estocolmo, el cual trata del control de agentes
contaminantes orgánicos persistentes, siendo un instrumento jurídico y vinculante
de manera internacional, teniendo el objetivo de regular el empleo y
utilización de ciertas sustancias químicas, las cuales por sus características
son altamente tóxicas para los seres vivos que reinan en el Planeta Tierra y
por ende, altamente contaminantes para el Medio Ambiente. En Venezuela, este Convenio, entró en
vigencia el 18JUN2005. Otro convenio
internacional de suma importancia es el Protocolo de Kioto, teniendo el
objetivo de comprometer a los Estados y Naciones que lo integran a fin de reducir las emisiones de dióxido de
carbono y gases contaminantes que causan un efecto invernadero, con destrucción
progresiva de la capa de ozono.
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